El día 11, domingo, del presente mes de marzo, realizamos una excursión para ver el maravilloso espectáculo natural que constituye la Floración de los frutales en Cieza y visitar, ya de paso, la curiosa Cueva Sima de la Serreta. Continuamos con esta actividad, las programadas para este curso, 2017/18.
La Floración, una pasada. ¡Qué belleza! Dos horas paseando los campos de Cieza mientras nuestro atento guía nos explicaba amablemente multitud de detalles acerca de los distintos cultivos, intercalando anécdotas, historias, chistes… La verdad es que se enrolló fenomenal, lo que hizo muy amena para peques y adultos la excursión. Y de colofón, ¡nos deleitaron con un almuerzo campestre con productos de la zona, que algunos pensamos si después íbamos a comer o estábamos ya cumplidos…!
Del almuerzo, a la Cueva. Todos en caravana con los coches siguiendo al guía pues está a cierta distancia de la zona de frutales, en un paraje sobre el Cañón de Almádenes.
Se entra hacia abajo, de ahí lo de Cueva Sima, y con dificultades, por ser estrecha al principio en algunos puntos (¡ah!, ¡la aventura es la aventura!). Con arte rupestre en varios puntos, sobre el que el moni nos estuvo dando las explicaciones pertinentes… Con la peculiaridad de que su boca grande da directamente a media altura del Cañón, por lo que las vistas son impresionantes. Y, cosa curiosísima: había estado habitada en la Prehistoria, típico, pero… mucho después, habían construido en su interior ¡una casa romana!
Comimos por allí, en un restaurante de la zona. Con la sobremesa correspondiente, que los mayores aprovechamos para charlar e intercambiar opiniones, dudas y saberes. Viendo a los niños bien sintonizados, felices…, jugando a esto y a aquello. El restaurante tenía un hinchable, que dio su juego también…
Total: otro buen día, en buena compañía. Pocas ganas de acabar y marcharnos, la verdad.
Hasta la próxima aventura, abrazos.
PD: Porque no solo de pan se vive.