La Asociación de altas capacidades FANJAC nos obsequia con un vídeo dónde los niños de altas capacidades en primera persona nos narran sus experiencias.
Los padres nos quejamos a la Administración educativa, diciendo que nuestros hijos se aburren en clase, pero esto parece no importarle. Algunos técnicos de la administración, etiquetan a los padres como exigentes o intolerantes. Cuando la realidad, es la Administración que no cumple con sus deberes educativos establecidos en la LOE.
Las consecuencias de la falta de atención educativa en un niño de altas capacidades es el aburrimiento. Lo podemos ver en este vídeo, es lo que más repiten estos niños. Después del aburrimiento, viene la desmotivación y finalmente el fracaso escolar, esto es una realidad. En clase, los alumnos de altas capacidades, repiten y repiten ejercicios que ya saben hacer y no los motiva. Cuando un alumno de altas capacidades intenta participar en clase, el profesor mucha veces no se lo permite, no quiere que sean siempre los mismos quiénes responden, pero la consecuencia es que el alumno se queda ignorado y marginado en la clase.
El colegio dice trabajar la aceptación a la diversidad, eso quiere decir que debemos aceptar a todos los compañeros sin discriminaciones. Pero los niños con altas capacidades se quejan, muchas veces no son aceptados por sus compañeros y lo más grave, ridiculizados por sus profesores. Los especialistas de la Consejería aconsejan que estos niños intenten pasar desapercibidos, ¿es esto un buen consejo?. Al contrario, cada niño debe ser aceptado tal como es, y además atender sus necesidades sean las que sean. Buen consejo es no mostrar tus necesidades, para no tener que atenderlas.
¿Qué desean estos niños de altas capacidades?, más tiempo libre, clases con mayor nivel, ser aceptados por todos, clases más dinámicas.
Los padres se plantean alternativas no convencionales, no es para menos. La Administración ignora a los niños con altas capacidades intelectuales. Si bien, algunas asociaciones recurren a talleres extraescolares, pero el verdadero problema está en el horario lectivo. Debemos ponernos todos de acuerdo para exigir a la Administración soluciones y una atención adecuada.