Cuando los padres deseamos escolarizar a nuestros hijos en colegios de cierta reputación por su alto nivel académico, somos acusados de elitistas, segregadores y adjetivos varios. Cualquier padre/madre, desea lo mejor para sus hijos, y le gustaría que el sistema educativo público le ofreciera esta opción, y cada cual pudiera elegir. Sin embargo, solamente los padres/madres con altos niveles adquisitivos, tienen la opción de escolarizar a sus hijos, en ciertos colegios con un altos niveles de calidad educativa. Un sistema educativo público mediocre perjudica claramente a las familias más desfavorecidas que no tienen recursos para ofrecerles a sus hijos otras alternativas de calidad.
A continuación, exponemos la traducción de dos párrafos extraídos del libro «Les enfants surdoués ou la précocité embarrasante» de Jean-Charles Terrasier.
Si los docentes están convencidos que la flexibilización escolar(1) es perjudicial para el desarrollo del niño, no hay duda que sus propios hijos nunca serán flexibilizados. Paradójicamente , un estudio realizado Francia (1976), examinadas 3169 solicitudes de flexibilización, confirmaban que los docentes son en realidad los mayores solicitantes cuando se trataba de sus propios hijos. Los profesores y sobre todo maestros, solicitaban esta flexibilización 5 veces más que la media de otros grupos profesionales.
En una ocasión, un maestro me explicaba que en su colegio no clasificarían a los alumnos por niveles, estando muy convencido de esta actitud. Algunos años después, el mismo maestro, se convirtió en padre y me confesaba que había tenido algunas dificultades para escolarizar a su hijo en un colegio de buen nivel, en el otro extremo de la ciudad.
(1) Flexibilización, aceleración, salto de curso o avance de curso.
Bibliografía: Jean-Charles Terrasier. Les enfants surdoués ou la précocité embarrasante. ESF éditeur.