Los niños con altas capacidades no tienen ningún problema.
Después del post anterior sobre el fracaso escolar, y posiblemente la redacción nuevos post sobre los alumnos con altas capacidades, es fácil pensar que estos niños tienen un problema.
Hay que decir bien claro y alto «Los niños con altas capacidades no tienen ningún problema». Que nadie, vaya diciendo: «Tengo un problema: me han diagnosticado a mi hijo/a de altas altas capacidades.
Cada niño es diferente, ni mejor ni peor, es diferente. Cada niño puede ser alto o bajo, gordo o flaco, con nariz alargada o redonda, orejas grandes o pequeñas, con gafas o sin ellas, rubio o moreno, cada niño es diferente.
Como niño diferente, debemos de tratarlo con sus diferencias. No creo que ningún padre/madre que tenga varios hijos, pretenda que todos sean iguales. Si son iguales, vaya aburrimiento. Nosotros como padres debemos conocer las necesidades de cada hijo/a y atenderlo según sus necesidades.
Vamos a imaginarnos, que tenemos un hijo único, vivimos en el monte, en una casa solitaria y disponemos de todos los medios de comunicación. Alguno podría pensar que si nuestro hijo tiene altas capacidades intelectuales, tendrá algún problema. Pues NO. Nosotros, lo trataremos según sus propias características, y nuestra misión como padres será darle cariño y atender sus necesidades.
Sin embargo, estamos hablando de la problemática de las altas capacidades, ¿de qué hablamos?. Hay que tener claro, cuál es el problema.
Valoración de la inteligencia en la sociedad.
Desgraciadamente en España, la inteligencia no está bien valorada. Si eres bueno jugando el fútbol, pronto te convertirás en líder, en referente, tendrás amigos y admiradores. Sin embargo si eres bueno en matemáticas, latín o historia, enseguida terminaras por ser el raro de la clase.
Al ver las noticias de la televisión o prensa, hay grandes espacios dedicados al deporte, ¿cuánto espacio se dedica a los científicos?. Todos nosotros podemos mencionar algún deportista excepcional, pero podríamos mencionar el nombre de algún científico excepcional. Posiblemente ninguno.
Cuando una sociedad no valora la inteligencia, tiene un problema. Algunos piensan, que el desarrollo del talento de una persona solo beneficia a esa persona. Error. Cuando vamos al hospital, nos gustaría ser atendido por el mejor especialista. Cuándo nos diagnostican una enfermedad rara, nos gustaría que la investigación tuviera la solución. Ahora que hemos vivido la burbuja del ladrillo, nos gustaría parecernos a Silicon Valley, pero para todo eso, hay que fomentar el desarrollo del talento.
Nuestros amigos
No podemos evitarlo, cuando nos juntamos con amigos nos dedicamos a comparar a nuestros hijos. El mío hace esto, el tuyo hace lo otro. En el momento que uno de ellos destaca intelectualmente, empieza la búsqueda de sus defectos, es inteligente, pero …. Al inteligente debemos menospreciarlo en sus otras facetas.
Por esta razón, cuando tenemos un hijo que destaca un poco, hablamos orgullosos de él, pero cuando ya destaca mucho, lo ocultamos. Cuando su desarrollo intelectual es evidente, nuestra preocupación es que pase desapercibido. ¿Qué conseguimos con esto?, trasmitirle a nuestro hijo que la inteligencia es un problema, cuando debería ser una oportunidad.
La escuela
El alumno con altas capacidades, tiene ilusión por aprender, está motivado por los nuevos conocimientos, le apasionan los retos, las cosas difíciles. ¿Pero qué pasa en la escuela?.
El objetivo en la escuela es: aprender todos lo mismo en el mismo tiempo, para después examinarse de lo mismo. Pero es que no tenemos claro que cada niño es diferente, que su estilo, interés, ritmo y velocidad de aprendizaje es diferente. Pues no, no está claro. En la escuela tratamos a todos los niños iguales, el objetivo es conseguir que todos ellos obtengan los mismos resultados. Las consecuencias, el alumno de altas capaciadades se aburre, se desmotiva, pero tiene la obligación de ir a la escuela. En conclusión, para el alumno con altas capacidades, la escuela es un sitio dónde no se aprende nada, es un sitio aburrido, un sitio que tiene que ir por obligación, lo maś cercano a una prisión.
Reflexión final
Pensar en el comportamiento de vuestro hijo/a en el período de vacaciones y durante el período escolar. Meditar sobre su comportamiento en una y otra situación, y terminar meditando ¿dónde está el problema?
Termino diciendo:
Los niños con altas capacidades no tienen ningún problema